Antiguamente, las fiestas se celebraban en el mes de marzo, coincidiendo con el equinoccio de primavera. Posteriormente, se enmarca en el periodo estival, para hacerlas extensibles a más gente. Las milenarias y los milleners disfrutan, así, de casi todo un mes de actividades culturales previas y posteriores a los días centrales de fiesta.
En honor a San José y San Roque, los días festivos giran en torno a la figura de un árbol de grandes dimensiones. El árbol es escogido por los participantes de la fiesta por sus cualidades, se corta y traslada colectivamente hasta el pueblo. Días después, se planta de nuevo con la ayuda de cuerdas, grúas y otras tecnologías.
"La Plantà del Xop" simboliza la fecundación de la tierra. El ritual, además, permite a la población reforzar sus vínculos con la naturaleza y el entorno que les rodea.
Cabe destacar, finalmente, el trabajo llevado a cabo por el colectivo de jóvenes La Rabosa . La asociación trabaja para revitalizar el pueblo programando varios actos culturales a lo largo del año, además de organizar el festival autogestionado Travafest , para dar la bienvenida a la primavera.
Fuente: Dìania.tv