Estrenamos el mes de enero y en Benissa ya lo tienen todo listo para celebrar con ilusión la tradicional Fira i Porrat de Sant Antoni, una fiesta declarada de Interés Turístico Local, y que durante dos fines de semana el casco histórico de este municipio se convierte en un centro comercial de la Marina, de la diversión, de la música, de la gastronomía y los animales.
Del 20 al 29 de enero, tienes una cita obligada en este municipio y El Mirall de la Marina ha querido recuperar la conversación mantenida con el cronista oficial del municipio, Joan Josep Cardona Ivars, quién nos explicaba el origen de esta festividad y dónde se celebraba.
Cardona comenta que las referencias más antiguas de su celebración se documentan en el Diccionari de Madoz (año 1845), donde se decía que existía una ermita dedicada al santo en la partida que llevaba su nombre y que en la fiesta se convocaba “un porrat”. Dicha ermita, como lugar de devoción, está documentada en el año 1694 y acaba en 1730, año en el que fallece Magdalena Ivars Giner, ermitaña en ese momento.
Tras ser destruida la ermita de Sant Antoni para construir la carretera general, el porrat se trasladó a la calle Sant Josep, una medida, según explica el cronista, que tiene un efecto muy positivo en aumento de visitantes y puestos de venta, lo que conlleva a que en el año 1870 los vecinos pidieran que se ocuparan los terrenos de la nueva plaza, que estaba en construcción, con la finalidad de que las actividades festivas tuvieran un lugar más grande para su celebración.
Un hecho que fue aprobado por el Ayuntamiento en el año 1881, que permitió aumentar los sitios de venta, siendo un éxito de público en cada convocatoria al estar la plaza ya urbanizada. “En ese momento la fira i porrat se transforma en una gran feria obligando al Ayuntamiento a nombrar una comisión municipal para gestionar con mayor eficacia”, comenta Cardona.
La feria traía al pueblo tanto las novedades relacionadas con el comercio como las atracciones lúdicas, entre ellas, el cine, compañías de teatro, en definitiva, distracciones de las que carecía en su momento Benissa. Eran muy famosas las partidas de pilota que se celebraban primero en la calle San Sebastián y después en el carrer Nou. Organizar todo esto, más el regular los lugares de exposición y venta de productos y el atender a todos los visitantes que se acercaban, suponía un reto para el municipio, que se veía obligado a contratar eventualmente refuerzos de vigilantes del orden público, brigadas de obreros y carpinteros para construir las barracas de madera situadas tanto en la plaza como en las calles adyacentes.
En los años 60 del siglo XX la feria entró en decadencia, según apunta el cronista, hasta el punto que la bendición de los animales en la puerta de la iglesia era el único acto que recordaba lo que fue la fira i porrat. Mientras, en el año 1975 el Consistorio declaró festivo el día de Sant Antoni, una medida que se derogó años después.
Esa decisión provocó el resurgir del recuerdo de la fira volviendo a la primera década de los años 80 a manifestar una notable evolución actualizando el modelo comercial de ésta, su razón de existir, y potenciando los actos festivos, lúdicos y culturales e incorporando un mercado medieval concentrado en el caso antiguo de Benissa.
Actualmente, la fira i porrat de Benissa es un gran escaparate donde los miles de visitantes disfrutan de las atracciones feriales, de la feria de ganado, de la gastronomía, pasacalle musicales, de las partidas de pelota valenciana, de la tradicional bendición de los animales y un largo etc.
Aunque los actos principales de la Fira i Porrat de Sant Antoni tendrán lugar desde el 20 al 29 de enero, las atracciones ya están abiertas este fin de semana para el disfrute de los más pequeños.
Fuente: El Mirall de La Marina