EL CASTILLO DE FORNA, UNA BELLA FORTALEZA DEL GÓTICO CIVIL VALENCIANO CON ESPECTACULARES VISTAS
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Está previsto que este gran castillo, considerado un referente de la arquitectura gótica civil y palaciega en la Comunitat Valenciana, recupere su esplendor dentro de unos años.
El Castillo de Forna, situado muy cerca del núcleo de población del mismo nombre (sobre un promontorio conocido como Muntanya de les Campanetes), es una gran fortaleza señorial, posiblemente de origen andalusí (una de sus torres podría ser del s. XII o s. XIII), que fue ampliada posteriormente en los siglos XIV y XV convirtiéndose, más tarde, en palacio de los Cruïlles, señores de la baronía de Forna (está muy discutida la teoría de su origen, aún por definir en los estudios que se realizarán durante la restauración).
Cerrado al público desde julio de 2019 a causa del proyecto impulsado por el Ministerio de Cultura y Deporte del Gobierno de España para la consolidación y restauración de este palacio-fortaleza (el plan va por etapas y está prevista su apertura en 2026, según palabras Víctor Francos en 2022, el que fuera secretario general de Cultura y Deporte del Ministerio de Cultura y Deporte), cuenta desde su posición con espectaculares vistas desde todos los costados, ofreciéndose como un gran mirador para divisar el litoral de Oliva o ver gran parte de la histórica vía de comunicación entre la Safor, la Marina Alta y el Comtat.
Está previsto que este gran edificio, considerado un referente de la arquitectura gótica civil y palaciega en la Comunitat Valenciana, recupere su esplendor tras una fuerte inversión de más de 1.091.000 euros, tal y como se puede ver en https://www.levante-emv.com/marina/2022/11/15/millon-euros-rescatar-esplendor-castillo-78592657.html. Cabe mencionar que este monumento gozó, en torno al año 2003, de una intervención de consolidación a cargo del arquitecto Rafael Soler.
Declarado Bien de Interés Cultural, según se puede leer en la ficha del inventario general del patrimonio cultural valenciano de la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte de la Generalitat Valenciana, según texto de S. Varela, “se trata de un edificio de planta cuadrangular, con patio central y torres en las esquinas. Realizado en mampostería y tapial. Al exterior los muros presentan pocas aberturas. El acceso es a través de un arco apuntado realizado en ladrillo.
Al interior un patio también cuadrado con un aljibe en el centro, alrededor del cual se distribuyen las diferentes dependencias que se reparten en dos niveles, teniendo estas un carácter más palaciego que defensivo.
Destacan las torres que gozan de independencia arquitectónica y espacial. La torre N-E presenta una sala cubierta con bóveda de crucería y una escalera de caracol realizada en ladrillo. En la torre norte son destacables las pinturas murales que conserva en el nivel inferior”.
Entre sus elementos, destacan sus tapiales y encofrados; caballerizas, almacenes, bodega, cárcel o aljibes; las aspilleras; la sala que fue capilla, con una falsa bóveda de crucería con potentes nervaduras; grafitis de navíos o escenas de guerra.
Forna está entre las tierras y feudos que el rey Jaume II otorga, en 1322, a su hijo Pere, conde de Ribagorza y padre de Alfons d’Aragó i Foix, conde de Dénia desde 1355.
El infante Pere permuta tierras con Hug Folch de Cardona i Anglesola, conde de Cardona. Cede Forna a Vicent Escorna, que sería ajusticiado por la revuelta contra Pere IV. Confiscada y subastada la señoría, fue adquirida por Pere Busquets y Francesc Solanes. Subastada de nuevo por deudas, conocemos su compra por la señora Martínez de Entença, esposa de García López de Cetina.
El año 1435, Pere Posadares vende la señoría de Forna a Bartomeu de Cruïlles. El linaje de los Cruïlles, de la nobleza valenciana, era oriundo de Cataluña. Desde el 1396 contaban con la señoría de Alfara. Bartomeu de Cruïlles había ejercido varios cargos en el gobierno de Valencia; entre otros, el de justicia en 1414.
Fue heredero de la señoría su hijo Rimbau de Cruïlles i Caldes, que ostenta el cargo de justicia criminal de Valencia los años 1439, 1440 y 1441 y de jurado de la ciudad en 1456.
El castillo de Forna fue edificado como casa solariega por los Cruïlles. El vínculo de Forna con los Cruïlles perduraría hasta finales del siglo XVI.
El feudo o señoría matriz de los Cruïlles era Alfara, en las cercanías de Valencia; que a partir de los últimos años del siglo XVI se denominaría Alfara del Patriarca. Allí, los Cruïlles construyeron un magnífico palacio gótico, de planta regular, con patio central y con torres cuadradas en los ángulos de la fachada.
Sigue leyendo en http://www.costablanca.org/Esp/Costa_Blanca_ahora/guias_gratuitas/Guias/latzubia-castillo_de_forna.pdf, donde también podéis ver una completa descripción de todos sus elementos.
Para llegar al castillo se recomienda aparcar en el Xiringuito de Forna, al lado de él, y subir andando durante unos 15/20 minutos hasta llegar a la fortificación. Podéis ver nuestra sencilla ruta en Wikiloc | Ruta Castell de Forna.
En nuestra visita al castillo comprobamos las bellas vistas con las que cuenta la fortaleza desde todos sus ángulos, ofreciéndose como mirador natural el promontorio donde se sitúa. Podéis ver un vídeo de nuestra visita en el siguiente reel de Instagram.
Forna, con menos de 100 habitantes, dispone de un pequeño entramado urbano de pequeñas casas bien conservadas y decoradas, principalmente, con flores junto a sus fachadas. La localidad forma un único conjunto con la cercana población de L’Atzúbia -antes del siglo XX, Forna y L´Atzúbia formaban núcleos diferentes, pero se fusionaron en el año 1911-. Además, está integrada en Pego i Les Valls, una mancomunitat que abarca los municipios de Pego, L’Atzúbia-Forna, La Vall de Gallinera, La Vall d’Alcalà y La Vall d’Ebo, todos ellos en la provincia de Alicante.
Fuente: valenciabonita.es