Cuando el director preguntó al camarero acerca de aquella imagen, la respuesta del hombre le dejó sin palabras: “Yo creía que se trataba de actores de un rodaje sobre la segunda guerra mundial y él me dijo que no, que eran los alemanes de Denia que se reunían cada cierto tiempo en la localidad, me quedé helado, comenzó ahí mi investigación”.

Aibar se sumergió desde aquel instante en la historia del escondite nazi de la Costa Blanca: “Hemos descubierto que Denia fue el enclave fundamental de la ruta Odesa, la vía de escape del mediterráneo de los altos cargos nazis, y que pasaron cientos de personas por allí antes de ser reubicados en otros lugares del mundo”. Sin embargo, nuestro invitado asegura que fueron muchos los generales nazis que, atraídos por la comodidad de la vida en la costa mediterránea, decidieron fijar allí su residencia hasta el punto de que algunos de ellos están enterrados en el cementerio de Denia.

Óscar Aibar pone el foco en los Bremers bungalows, unos apartamentos en primera línea de playa ocupados principalmente por oficiales nazis huidos, hombres que celebraban en una casa situada en la colina a pocos metros de allí fiestas secretas. Se trata de la conocida como la casa ‘H’, una casa que tenía un torreón del que los vecinos aseguran salía una luz que podía actuar como faro para guiar a los nazis que llegaban por mar.