EL PUIG CAMPANA, LA MONTAÑA MÁGICA
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Su grandiosidad, elevación, paisaje y simbolismo hacen que esta cumbre valenciana sea un emblema mediterráneo
El Puig Campana, la montaña mágica
"Si dirigimos la mirada hacia el Norte, hacia el continente, veremos la imponente mole del Puig Campana con sus 1.410 m de altura y su conocida hendidura, que tiene un tamaño y morfología similares a los del Islote de Benidorm. Cuenta la leyenda que el caballero Roldán cayó perdidamente enamorado de Alda una doncella local, pero ésta cayó gravemente enferma. Roldán, preocupado, trepó a lo alto del Puig Campana en busca de un mago, que habitaba más cerca del sol y de las estrellas que del mar tendido a sus pies, para consultarle. Las palabras del mago fueron desoladoras: "Alda morirá hoy, cuando el último rayo de sol alumbre esta tierra". Desesperado, Roldán, en un intento por retrasar el ocultamiento del sol y prolongar la vida de su amada, desenvainó su espada y partió de un tajo el peñasco que fue a parar al mar, donde hoy podemos ver el islote de Benidorm. Sin embargo, esta leyenda no tiene apoyo geológico ya que el islote de Benidorm está constituido por rocas cretácicas mientras que las del Puig Campana son jurásicas". Geoalicante (2007) Departamento de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente
Entre las emblemáticas cumbres valencianas se alza próxima al mar el Puig Campana, montaña a la que, por su grandiosidad, elevación, paisaje y simbolismo, algunos autores no han dudado en denominarla montaña mágica. Se localiza en la provincia de Alicante, cerrando por el sur el conjunto conocido como la Montaña Alicantina. En sus faldas meridionales, a su resguardo, se halla el casco urbano de Finestrat, pueblo de bella arquitectura, estratégicamente situado para el control del litoral y del abanico aluvial del río Torres, que canaliza las aguas de esta vertiente de la sierra.
Cuenta el Puig Campana con un reconocimiento social como montaña simbólica y representativa del paisaje valenciano. Su interés reside tanto en sus características geológicas, como geomorfológicas, botánicas y paisajísticas. Esta mole pétrea, escarpada, de imposibles cantiles y pedreras y de silueta recortada y visible desde la lejanía, se alza por encima de los 1.400 metros, creando un bello paisaje montano, propio si cabe, más de la alta montaña que de la montaña mediterránea.
Una geoforma singular de origen bético
El Puig Campana forma parte de la Cordillera Bética, cadena montañosa que se extiende por el sureste peninsular, alcanzando las islas Baleares. Esta cordillera, cuyo origen lo hallamos en la colisión de las placas tectónicas africana y euroasiática, presenta zonas con características geológicas distintas. El conjunto de sierras formado por el Puig Campana, Ponoig y serra d´Aitana forman parte de la Zona Externa de la Bética y más en concreto del dominio del Prebético, donde destacan las rocas de tipo sedimentario marino. Este conjunto posee una topografía escarpada y abrupta como resultado de los intensos plegamientos y fracturación que tuvieron lugar tras la orogenia alpina. Las rocas sedimentarias acumuladas durante el Mesozoico y el Terciario empezaron a plegarse como resultado de los empujes tectónicos y a fracturarse, dando lugar a anticlinales y sinclinales. Aitana, Ponoig y Puig Campana conforman el macizo más importante de toda la provincia de Alicante, el cual desciende hacia el mar mediante una sucesión de valles y divisorias de aguas.
El Puig Campana se presenta como una mole pétrea que se alza, enorme, a escasa distancia de la línea de costa; está constituido predominantemente por materiales calcáreos del Jurásico, dando lugar a un relieve muy escarpado, que se acentúa como consecuencia de los procesos erosivos. Esta montaña, la segunda más alta de la provincia de Alicante, se eleva al cielo como resultado de unos empujes y fractura; ésta que ha individualizado dos bloques que en sus movimientos comprimen las calizas jurásicas, extruyendo sobre el Cretácico y el Terciario.
La singularidad geológica del Puig Campana reside en que se trata de uno de los pocos afloramientos de calizas jurásicas del Prebético alicantino. Su estructura es compleja; en el paisaje son protagonistas las paredes verticales, repletas de fisuras, que se combinan con afiladas aristas y desplomes fruto de la meteorización mecánica (descompresión, gravedad, gelifracción, termoclastia€) y del carst. La vertiente sur del Puig Campana preside una fosa tectónica a través de la que extruyen los yesos y arcillas rojas triásicas, que añaden colorido al conjunto paisajístico.
Medio físico, actividades antrópicas y paisaje
El entorno del Puig Campana, considerando aquí también al Ponoig y a la serra d´Aitana, destaca por la altura de sus cumbres, lo abrupto de sus laderas, lo sólido de su estructura y la riqueza de sus formaciones vegetales. Pero también por la presencia humana, que aprovechó las características fisiográficas para hacer del conjunto un bastión inexpugnable, desde el que controlar el territorio, y que cultivó las laderas más amables creando espacios llanos mediante bancales de piedra seca. La ganadería también ha sido práctica habitual en estas montañas como complemento de la agricultura. Es por ello por lo que el paisaje se encuentra salpicado de caminos, bancales, masías, corrales, neveros€
La barrera montana que supone el Puig Campana para los vientos cargados de humedad, procedentes del Mediterráneo, provoca lluvias abundantes (650 mm) en la vertiente septentrional; éstas son en ocasiones en forma de nieve durante el invierno. Asimismo, al sur del Puig Campana, se marca el inicio del clima mediterráneo litoral semiárido. Por lo que respecta al régimen térmico, la altitud es determinante. Las temperaturas se sitúan en torno a los 12oC de media anual, lo que permite que la nieve se mantenga unos meses al año. Lluvia y nieve son las responsables de atacar la roca caliza del Puig Campana y de alimentar las fuentes que manan en sus faldas, allí donde se interponen materiales margosos, menos permeables. Las aguas superficiales se concentran en escorrentías, aprovechando las principales líneas de fractura, y erosionan el roquedo mecánicamente, consecuencia de las fuertes pendientes, y químicamente mediante el carst. En invierno, además actúa la gelifracción cuando el hielo ejerce de cuña entre las diaclasas de las rocas.
El Puig Campana, desde la lejanía, constituye un paisaje fundamentalmente geomorfológico; es decir, está articulado por las formas del relieve. Los procesos físicos y químicos se manifiestan en un perfil y silueta, que ya forma parte del imaginario colectivo. La tectónica y erosión han dado lugar a gigantescos paredones, taludes muy inclinados, canchales y pedreras, formas cársticas representadas por lapiaces, acanaladuras simas etc., todos ellos elementos clave en la estructura paisajística. Si ampliamos la escala, la vegetación se convierte en otro de los elementos conformadores del paisaje del Puig Campana.
Todavía resisten la presión antrópica y el efecto de los incendios forestales, formaciones arbóreas aisladas de carrasca en vertientes de umbría. Es aquí donde además se conservan especies arbustivas de entornos húmedos como son los tejos, fresnos, arces y serbales. En las zonas de solana las formaciones arbóreas están representadas por el pino carrasco y por vegetación arbustiva como el lentisco, la coscoja, la aliaga y allí donde la deforestación es aún mayor, aparecen matorrales de romeros, tomillos y brezos. La vegetación rupícola cuenta con una notable importancia, debido a la presencia de grandes paredes verticales, cantiles y canchales.
Destaca el cojín de monja, la gayuba y la salvia amarga u olivilla y el poleo amargo. Por lo que respecta a la fauna, tienen las aves en los farallones presentes en el conjunto formado por el Puig Campana, Ponoig y Aitana, un excelente hábitat. Ejemplo de ellas son las rapaces como el halcón, el águila real, el águila perdicera, los córvidos como el cuervo y las grajas; u otras aves como el roquero solitario, la perdiz, el pinzón, la curruca carrasqueña o el piquituerto. En cuanto a los mamíferos y reptiles destacan el jabalí, el zorro, el gato salvaje, el erizo, el conejo, la liebre, el lagarto, la culebra y la víbora ibérica.
A pesar de la naturalidad que transmite el Puig Campana, no se puede ignorar la importancia de la presencia humana en la configuración de su paisaje. Actividades antrópicas ligadas a la agricultura, al turismo rural, al senderismo y a la escalada, se complementan con un sentido de lugar e imaginario, que se nutre de sensaciones, mitos y leyendas en torno a la "montaña mágica". Las fuentes son abundantes y han abastecido a los campos y molinos de Finestrat, pueblo montano que aunque orientado al Mediterráneo, se sitúa en las faldas meridionales de la montaña.
Los cultivos son en su mayoría secanos que también escalan la montaña, gracias al abancalamiento, contenido con muros de piedra seca. Las faldas próximas al pueblo alternan cultivos de almendro y olivo con matorrales y con algunas construcciones aisladas de piedra. Por lo que respecta al casco urbano, la estrechez e irregularidad de su trama callejera indican una fuerte influencia islámica. La arquitectura tradicional se ha conservado en el núcleo histórico otorgándole carácter al paisaje urbano.
El Puig Campana: la montaña mágica valenciana
El Puig Campana es una de esas montañas visibles y presentes, que forman parte del paisaje del imaginario colectivo y especialmente del senderista y escalador valenciano. Es una mole pétrea colmada de valores; tanto geomorfológicos por la compacta y curiosa arquitectura lítica y por la vertiginosa verticalidad de sus paredes, como ambientales, culturales y simbólicos. Se muestra al observador como un bastión inexpugnable, ligeramente aislado de murallas vecinas, como son el Ponoig, serra del Castellet, el Alto de la Peña de Sella y la serra d´Aitana. El desnivel de sus cantiles verticales, superiores a los 500 metros ha servido de escuela a escaladores valencianos, que han abierto diferentes caminos hasta la cima (CEBRIAN, 2004).
Cuenta el Puig Campana, cuya denominación guarda relación con la similitud del conjunto montano a una campana, con dos cumbres: el Puig Campana de 1.406 metros y el Pic Prim separadas ambas por un corredor pedregoso denominado el Carreró. El Pic Prim está seccionado por una brecha, denominada el Portell, que lo divide en dos partes, una de 1.344 metros de altitud y la otra de 1.318 metros. Esta soberbia acanaladura ha inspirado dichos y leyendas y ha servido como referente visual a marineros y viajeros.
Fuente: Levante