El tomate de Muchamiel marca la historia de una localidad que está recuperando su producto estrella El tomate de Muchamiel, conocido por su sabor y textura inigualables, es una joya de la agricultura local de Mutxamel.

Desde su historia rica y compleja hasta sus usos culinarios versátiles, el tomate de Muchamiel enfrenta retos en la actualidad, pero cuenta con el compromiso de agricultores, cocineros, asociaciones e instituciones públicas que buscan preservar y promover esta variedad única. Fernando Ivorra, presidente de la Asociación del Tomate de Muchamiel, lidera los esfuerzos para mantener viva esta tradición.

Sabor único

 

El tomate de Muchamiel se distingue por su sabor único y su textura firme pero jugosa. En sus inicios, se cultivaban dos variedades principales: uno más alargado y otro más chato. La piel del alargado era dura, complicando su envasado, mientras que el chato, con su piel más fina, era perfecto para envasar y ofrecía un sabor superior. Esta variedad es la que se conoce en la actualidad en toda España, particularmente apreciada por su capacidad de mantener la carne y la gelatina de las semillas en cada bocado, no es harinoso y su sabor y textura se destacan frente a otros tomates comerciales.

Historia

 

La tradición del cultivo del tomate de Muchamiel se remonta a décadas atrás, cuando las familias de agricultores locales seleccionaban y compartían las mejores semillas.

 

Inicialmente se producía para el autoconsumo, pero en los años 50, la comercialización de esta variedad comenzó a expandirse gracias a la aparición de las compañías y el auge, en general, del producto.

Sin embargo, una epidemia casi extinguió esta variedad, lo que llevó a un esfuerzo conjunto del Ayuntamiento, la Universidad Miguel Hernández y los pequeños agricultores para recuperar su calidad y sabor originales. La Asociación del Tomate de Muchamiel, formada hace cinco años, ha sido fundamental en este proceso.

Juan Carlos Ferrándiz Domínguez, propietario y cocinero del bar Brisa, destaca la versatilidad del tomate de Muchamiel.

Juan Carlos Ferrándiz, cocinero y propietario del bar Brisa, prepara distintos platos con tomates de Muchamiel.

Desde su uso en ensaladas con salazones hasta platos al horno, su sabor y textura lo hacen ideal para una amplia gama de preparaciones.

 

Ferrándiz subraya que la mejor manera de disfrutarlo es con un simple aliño de aceite de oliva, preservando su sabor natural. La clientela de su bar espera con ansias la temporada del tomate de Muchamiel, que se extiende de junio a octubre.

 

Según Fernando Ivorra, presidente de la Asociación del Tomate de Muchamiel, el principal desafío es aumentar el número de agricultores que cultiven este tomate para evitar su desaparición. La producción es baja y limitada al mercado local, por lo que es crucial fomentar la participación de las nuevas generaciones en la agricultura de de esta variedad autóctona de Mutxamel.

Además, la calidad del agua y los cambios climáticos son factores que afectan la producción, según apunta Rafael Ripoll, un agricultor veterano que lleva cultivando el Tomate de Muchamiel desde los doce años, entre otros productos de esta tierra, también enfatiza la importancia de conservar las semillas autóctonas y adaptarse a las nuevas condiciones climáticas, ya que el clima ha cambiando perjudicando así a las plantas con fenómenos extremos como son las sequías e, incluso, la ausencia del rocío en las mañanas.

Toda una vida

 

Rafael Ripoll, con una vida dedicada al cultivo del tomate de Muchamiel, destaca cómo la tradición y las técnicas han evolucionado, pero mantiene viva la esencia del tomate original.

 

Silvio Ciamaru, también original de Mutxamel, productor del Tomate de Muchamiel y propietario de la frutería L’Horta, resalta la popularidad del tomate entre sus clientes y la importancia de vender un producto madurado en la mata para garantizar su sabor.

Ciamaru explica que los factores que afectan al precio son la maduración y el calibre del tomate. El precio habitual ronda entre los 2,50 y los 3,50 euros el kilo, «pero merece la pena en la época de verano porque es un tomate de una alta calidad y se nota a la hora de consumirlo», añade el vendedor.

 

A pesar de los desafíos, el compromiso de estos profesionales es clave para asegurar el futuro del tomate de Muchamiel.

Hitos

 

Tras el virus que arrasó la plantación del tomate de Muchamiel, la pequeña comunidad agrícola, en conjunto con el Ayuntamiento de Mutxamel y los investigadores de la Universidad Miguel Hernández, comenzó a llevar a cabo una serie de iniciativas para recuperar el producto, tal y como señala Lara Llorca, concejala de Agricultura y Sostenibilidad Ambiental del Ayuntamiento de Mutxamel.

En 2019 se constituye la Asociación del Tomate de Muchamiel, dedicada a promover los muchos beneficios de consumir esta hortaliza y a preservar su producción. Un año más tarde, se solicita el distintivo de Calidad de la Comunidad Valenciana que, finalmente se reconoce en 2022.

 

De igual manera, se establece el Programa de Recuperación de la Semilla para el que colabora asociación junto con la Administración Local y la Universidad Miguel Hernández.

De esta manera, en 2017, el Consistorio organiza la I Feria del Tomate de Muchamiel, que celebra este año su VI edición que dará comienzo mañana.

Fuente: Información