MURALLA DE ALICANTE
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(Textos basados en los paneles informativos de las zonas de excavación de la muralla de Alicante)
Sistema defensivo de la Medina Musulmana
Estamos en el siglo XII, época islámica, y la conocida como Medina Laqant es vigilada por una gran Alcazaba en lo alto del monte Benacantil, la medina descansa sobre sus laderas. De la Alcazaba emergen dos tramos de muralla que envuelven la Medina musulmana, uno discurre paralelo al mar, y el otro baja por la Ereta, con la torre del Mig Armut, y conecta con la Torre de la Pólvora. Este es el sistema defensivo del primer recinto amurallado de la Vila Vella.
La muralla, aunque datada en el siglo XIV, se estima que existe en el siglo XII. Se conserva un plano de Esteban de Panón (de 1751) en el que se recoge la planta y los alzados de la Torre de la Pólvora, las murallas, la Porta Ferrisa y la Iglesia de Santa María (que sirvió de torre vigía) entre otras construcciones. En el alzado se perfila con perfección la desmoronada torre apoyada en la ladera, con un cuerpo adosado en primer plano y con las murallas a cada lado también en estado ruinoso.
La muralla, aunque datada en el siglo XIV, se estima que existe en el siglo XII. Se conserva un plano de Esteban de Panón (de 1751) en el que se recoge la planta y los alzados de la Torre de la Pólvora, las murallas, la Porta Ferrisa y la Iglesia de Santa María (que sirvió de torre vigía) entre otras construcciones. En el alzado se perfila con perfección la desmoronada torre apoyada en la ladera, con un cuerpo adosado en primer plano y con las murallas a cada lado también en estado ruinoso.
Hasta los años 80 del siglo XX, existía una vivienda sobre lo poco que se conservaba de la Torre de la Pólvora. Durante la excavación arqueológica se halló la totalidad del contorno de la torre hasta su apoyo en la roca madre, el arranque del brazo de muralla que unía la Torre de la Pólvora con la Porta Ferrisa, así como un canal histórico de abastecimiento de agua excavado en la roca madre, conocido como el Canal de la Goteta.
Porta Ferrisa
Es la puerta que daba paso a la ciudad árabe entre los siglos XII-XIII, y de gran importancia militar para la defensa de la Vila Vella. La importancia de los amurallamientos defensivos, hoy desaparecidos, se refleja en la toponimia de la ciudad, pues se conservan los nombres de algunas de sus antiguas puertas: Puerta del Mar, Portal de Elche, Postiguet, y el Portón.
La Porta Ferrisa aparece descrita en diferentes crónicas de la ciudad, por esa razón se sabe que tenía un arco de medio punto árabe decorado con inscripciones coránicas en la fachada que daba hacia la salida, y que tenía un arco ojival en la que daba hacia el interior.
Desde ella se abrían dos caminos que aún hoy son visibles. Uno hacia el sur, que recorría lo que hoy es la calle Mayor hasta llegar al camino hacia Elche; y el otro hacia el norte, rodeando el monte Benacantil, llegando hasta el camino a Valencia.
En el siglo XVIII, esta puerta fue derribada por la petición de los vecinos de la zona, que buscaban un acceso a la ciudad más fácil.
Torre de la Pólvora
Esta torre, que forma parte del sistema defensivo de la ciudad, está asentada sobre roca con su lado suroeste hacia la ladera del monte, y alcanza en esta cara extramuros su mayor alzado visto. Es de planta cuadrada, el perímetro se forma por cuatro lienzos de mampostería con refuerzos de sillería.
La reciente restauración comenzó con la limpieza de su entorno, se demolieron los muros añadidos y se procedió a una exhaustiva excavación arqueológica. La excavación permitió conocer la geometría de la torre con exactitud, ayudando así a su reconstrucción. Se recuperó la roca madre donde se asentaban la torre y las murallas, y se procedió a la limpieza de la mampostería y la sillería. Posteriormente, se reconstruyó con un añadido de material diferente (mármol rojo Alicante) siguiendo la documentación histórica y arqueológica. A su vez, la intervención se caracteriza por la reconstrucción de las murallas con un material moderno, de las que no se conservaba ningún resto. Y por último, se conservó los restos de un antiguo cuerpo adosado que contiene marcas lapidarias típicas del gótico.
Las alturas de la torre y las murallas se han hecho coincidir con las recogidas en la documentación histórica, según se conservaba en el siglo XVIII, aunque serían aún mayores.
La restauración ha permitido recuperar la dimensión de la torre, poniendo en valor este bien patrimonial y su entorno, incorporándolo al itinerario del conjunto de elementos históricos como son el castillo de Santa Bárbara, la porta Ferrissa, y las murallas del Benacantil con sus torres, ofreciendo una visión cada vez más completa de lo que fue el primer recinto amurallado de Alicante.
La muralla de la Rambla
La ciudad de Alicante llega al siglo XVI, un período de auge y expansión. La ciudad está rodeada por un doble anillo defensivo de origen medieval, aunque se evidencia que ha quedado obsoleto ante las nuevas técnicas de guerra, y ante las inestabilidad originada por los continuos ataques a la costa de los piratas berberiscos.
Se plantea entonces, en las Cortes Valencianas, la construcción de un nuevo frente fortificado. En la primera intervención se reparan y se adaptan las murallas medievales a las nuevas técnicas y tácticas de guerra, y se refuerza con la construcción de torreones en puntos estratégicos. Entre los años 1530-1540, bajo la dirección de Joan Cervelló y el capitán Aldana, se levantan el Torreón de San Francisco (junto a la Puerta de la Huerta, actual Plaza de San Cristóbal), el Torreón de San Bartolomé o de San Esteban (cerca del actual Portal de Elche) y el Torreón de San Sebastián (junto al Portal Nou, cerca del actual Paseíto Ramiro).
Los torreones tienen una planta circular, están alamborados hasta la mitad de su elevación y encintados por una moldura de medio toro, también presente en los lienzos de la muralla.
Intervención arqueológica
En 1999 se lleva a cabo una intervención arqueológica en la Rambla, previa a la ejecución de las obras de recolectores pluviales, que permitió documentar la planta parcial del Torreón de San Francisco, parte del Torreón de San Bartolomé, un tramo de la muralla de 30 metros de longitud, parte del foso del recinto defensivo de 4 metros de ancho, algunos tramos de la contraescarpa, el terraplén o camino que rodeaba al foso y un pequeño cubo cuadrangular perteneciente a la cerca defensiva de época bajomedieval.
Torreón de San Francisco
Está situado en la zona alta de la Rambla y protegía la Puerta de la Huerta del recinto defensivo renacentista. Tiene unos 21 metros de diámetro, dato que conocemos gracias a la intervención arqueológica.
Es un torreón con unas características determinadas:
- Presenta un anillo macizo de mampostería de 6 metros de anchura que deja en el interior una sala central de unos 9 metros de diámetro (a la que se accedía por un estrecho pasillo en la zona centro oriental del torreón, de 1,70 metros).
- En el frente norte tiene un zócalo de 80 centímetro a 1,20 metros de alzado, con una moldura irregular en la parte superior.
- Sobre el zócalo, se conservan 1,40 metros de vuelo, con tendencia ataluzada y fábrica de mampostería careada y trabada con mortero de cal.
- El frente su conecta con la muralla y posee un pequeño plinto en talud de algo más de 1 metro de altura, con un alzado superior alamborado y enlucido sobre la mampostería.
Muralla, foso y contraescarpa
De los 30 metros de muralla renacentista documentados en la actuación arqueológica se conservan dos metros de vuelo, con una anchura de 1,75 metros, de fábrica de mampostería trabada con mortero de cal y enlucida en la cara exterior, con decoración de grupos de pequeñas piedras (enfoscado típico de la época).
El foso posee en este frente un ancho de 4 metros. De la contraescarpa o antemural, construida con mampostería y con la pared exterior enlucida con la misma decoración que la muralla y los bastiones, se conservan 1,10 metros de altura, hallándose ligeramente ataluzada y apoyada sobre un relleno de tierra, concretamente el camino o terraplén que rodea el foso.
Torre bajomedieval
Esta torre cuadrangular, de 4,60 x 3 metros, que se descubrió también en la actuación arqueológica, pertenecía al recinto defensivo de la época bajomedieval. Estaba construido con mampostería irregular trabada con cal.
Se mantiene hoy en el subsuelo, protegido con geotextil, y su descubrimiento supuso la modificación del diseño original del colector antirriadas (se modificó el trazado haciéndolo pasar por debajo de las estructuras defensivas).
Torreón de San Bartolomé
El refuerzo defensivo conocido como el Torreón de San Bartolomé se encontraba junto al hoy llamado Portal de Elche, la puerta de la muralla que se asomaba al camino de Elche. Por la geografía de la ciudad de Alicante, se encontraba junto al mar, en la esquina sureste de la muralla, y servía también de torre vigía del mar. Desde él nacía el conocido como Frente del Mar.
Frente del Mar
Se conoce como Frente del Mar a la actuación constructiva de refuerzo más relevante de la ciudad del siglo XVI. Se trata de una nueva línea de fortificación, adelantada respecto a la muralla medieval, que nace en el Torreón de San Bartolomé, llega hasta la Puerta del Muelle o Portal de Montserrat, discurre de manera paralela al mar hasta enlazar con el Baluarte del Speró (resultado, a su vez, de las obras de remodelación de una antigua torre bajomedieval), situado junto al Torreón de San Sebastián (al final del Paseíto de Ramiro, junto al Portal Nou).
Dicha actuación constructiva se realizó según el proyecto del arquitecto italiano Juan Bautista Calvi, y se construye en un momento de transición entre los modelos de defensa tardomedievales, concebidos contra ataques de lanza y escudo, y los nuevos modelos renacentistas de arquitectura militar abaluartada de origen italiano, más efectivos ante la artillería de las nuevas técnicas bélicas.
La fortificación conocida como Frente del Mar tiene muros más anchos, menos elevados y con amplias plataformas resistentes al retroceso de los cañones. Es considerada como un perfecto ejemplo de arquitectura militar preabaluartada y se mantuvo en funcionamiento hasta 1858, año en el que la ciudad es desartillada y se derriban gran parte de sus murallas.
Muralla y puesto artillero
Hoy día puede verse un ejemplo del Frente del Mar en el Paseíto Ramiro, donde se ha recuperado un tramo de muralla. Tiene una longitud de 65 metros, una anchura media de 2,40 metros y una altura máxima conservada de 3,50 metros. Está hecho de fábrica de mampostería de mediano y gran tamaño, dispuesta de forma irregular y trabada con mortero y enlucido de cal con pequeñas piedras, y moldura pétrea de medio toro. Además, presenta una plataforma semicircular hacia la mitad de su recorrido, parecido a un torreón, que albergaría un puesto artillero, hecha de sillería.
Puerta del mar
Forma parte del sistema defensivo del siglo XVI, de la renovación del sistema con la construcción de las torres que refuerzan la fortificación medieval existente.
En la muralla conocida como Frente del Mar se abre esta puerta, defendida por los dos torreones de Nuestra Señora de Montserrate, que permitía el paso entre la ciudad y el muelle, y servía, además, como punto de control de la aduana marítima.
Los torreones, el arranque de la muralla y la mayor parte de las murallas de la ciudad de Alicante, fueron derribados a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX.
En marzo de 2015 se lleva a cabo una excavación arqueológica que saca a la luz los restos de uno de los torreones y diferentes elementos de la puerta. Hoy, dicho elementos documentados en la excavación arqueológica, están reflejados en el suelo con una pavimentación diferente al resto, que marca el lugar donde estarían los torreones y la entrada al a ciudad desde el muelle.
Fuente: ARQUITECT-ARTE