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EL MANANTIAL DE FONTCALENT

- Mamá, ¿cómo se llama esa montaña?...

Apenas tendría unos cinco años y escudriñaba el mundo a través de la ventana trasera de un sobrecargado Seat 127. Como todos los domingos, íbamos desde Alicante al chalé de mis abuelos en la partida rural de "El Rebolledo". Circulábamos por la Carretera de Ocaña, ya que por aquel entonces no existía la A-31, y en cuanto dejábamos atrás las naves industriales del polígono del Llano del Espartal, la inconfundible silueta de la Sierra Fontcalent se dibujaba en el horizonte, imponente.
 
- Fontcalent. - respondía mi madre.
- ¿Y por qué se llama así? - insistía.
- Porque dicen que en la Sierra hay una fuente de aguas calientes. Algún día iremos...
 
Pero nunca fuimos.

Fue ya rondando la treintena, y por cuenta propia, cuando descubrí la increíble historia de este interesante enclave alicantino, tan denostado y casi olvidado por las autoridades (in)competentes.
 
No recuerdo si fue un mapa topográfico o alguna conversación con Mandi Tarí, pero el caso es que tenía una vaga idea de por donde quedaba el manantial, así que me dirigí con mi bicicleta a la zona de las canteras en la cara noreste de la Sierra. La carretera que daba acceso a las canteras se había construido sobre una Vía Pecuaria (Vereda del Desierto y Barranco del Infierno), eso daba una idea de lo importante que fue este camino en el pasado, lamentablemente en ese momento tenía que ir sorteando camiones bañera de gran tonelaje cargados de áridos. Y es que la historia ha sido cruel con este enclave, y los usos que se le dan hoy en día, distan mucho de la veneración que debería rendirse a este lugar...
Volví a la realidad y a centrarme en mi búsqueda, sabía que el manantial estaba junto a la carretera que daba acceso a las canteras entre las fincas "Fontcalent" y "Lo Castelló", pero aún así me costó encontrarlo.
El nacimiento era muy poco evidente y para localizarlo, había que descender el terraplén de la carretera. Una vez allí, y entre la vegetación, aparecía un pequeño túnel por el que salía una acequia que transportaba un hilillo de agua. Para acceder al alcavón, había que descender media docena de escalones, la pared y bóveda estaban toscamente empedrados, y al asomarme pude ver que el túnel atravesaba perpendicularmente la carretera y se adentraba en la ladera de la montaña. Estábamos a principios de marzo y la temperatura era fresca a última hora de la tarde, pero al meter la mano en el agua pude comprobar que ésta estaba tibia, por encima de los 25ºC. Sin duda había encontrado la Font-calent.
 
Manantial de Fontcalent,
tal como era el 11 de Marzo de 2007.
El manantial en el pasado

Según reza el "Catálogo de Protecciones de Alicante" el Manatial de Fontcalent se halla ubicado en mitad del Yacimiento - 42. Dicho enclave queda adscrito culturalemente con lo periodos Íbero-Romano - Tardorromano - Visigodo,entre los siglos IV a I a.C y IV a VII d.C. (Estudio realizado por Pablo Roser Limiñana y colaboradores para el plan especial de protección arqueológica del término municipal de Alicante). Estudios posteriores (Moratalla 2005, 96-97) redatan la primera ocupación en la Edad de Bronce (Orientalizante) y extendiendo la ocupación hasta la época emiral (con pequeños lapsos de abandono). Más tarde, durante la Baja Edad Media, los pobladores de la zona se instalaron en pequeñas explotaciones agrícolas o alquerías dispersas. Este formato llega prácticamente hasta nuestros días con claros ejemplos en el entorno del manantial, como las fincas: Fontcalent, San Juan o Lo Castelló.

Plano con la extensión del Yacimiento 42 y superposición sobre ortofoto.
Fuente: Catálogo de Protecciones Ayto. Alicante. Modificado de E. Rosillo.

El único intento de excavación del yacimiento tuvo lugar en 1971 a manos de Enrique Llobregat, ese trabajo tenía como objetivo contextualizar una inscripción realizada en grafito y encontrada durante una prospección por Vicente Bernabéu y Jaime Carbonell.

 
.Vicente Bernabeu y E. Llobregat en la excavación del
Yacimiento de Fontcalent, dirigida por éste úlitmo en 1971.
Fuente: Archivo Fotográfico Provincial. Extraído de: "Hisotria de Alicante"
 
 
Lamentablemente aunque se dejaron al descubierto algunos muros, no se encontraron elementos ni estructuras a las que poder asociarlo. Finalmente, la letra inusual con que fue inscrito permitió datar el fragmento en el siglo VI d.C (Gómez Moreno). En una traducción de Joseph Corell se leería "Honorato, hombre honesto, descansa en Cristo. Vivió 20 años".


Grafito inscrito procedente del Yacimiento de Fontcalent,
depositado en el MARQ

Fruto de estas pesquisas se localizaron otros hallazgos, como monedas: un as ibérico y un numerario del imperio romano, y hasta la talla de un león ibérico cerca del manantial, figura que, junto con el toro, solía aparecer en lugares con una clara vinculación con el agua.

Moneda romana del emperador Antoniano. Años 283 - 284 d.C.
Excavación de Fontcalent.


No hay que olvidar que a poco menos de un kilómetro del manantial, en la misma Sierra Fontcalent, se encuentra la "Cova del Fum" lugar de enterramientos humanos más antiguo del municipio, excavado por Jaime Carbonell en 1963 y datado en el Eneolítico (Calcolítico), que sugieren una presencia permanente en la zona en un periodo anterior.

Cueva del Humo / Cova del Fum,
Sierra Fontcalent

Todos estos antecedentes hacen pensar que la zona tenía un gran atractivo que motivase los sucesivos asentamientos de diversas culturas. Uno de esos atractivos era la estratégica situación y la ubicación como cruce de caminos, entre los asentamientos que en esos periodos se instalasen en lo que hoy es Alicante y las vías que iban hacia el interior.

Mapa con las antiguas vías de comunicación que unían asentamientos y puntos de agua. Una de estas vías
coincide con la actual Vereda del Desierto y Barranco del Infierno que pasa junto al Manatial de Fontcalent.
Autor: Pablo Rosser Limiñana.

Pero sin duda otro de los atractivos radicaba en el propio Mantial de Fontcalent, que en el pasado manaba más profusamente y alimentaba la laguna que existiría entre las Sierras Mitjana y Fontcalent, hoy reducida a saladar (Lopez Lillo). Este punto permanente de agua potable serviría como suministro para los pueblos asentados en su entorno y abrevadero para carretas, caballerías y ganados, de ahí su crucial importancia.

José Giménez Fernández llenando la
cantimplora en el Manantial de Fontcalent
11 de Diciembre 1957.
Fotografía realizada por Jaime Carbonell.

Manantial de Fontcalent de alrededores de los 60.
Fotografía cedida por la AVV "Amigos de
Fontcalent" de El Rebolledo,
Autor: Perfecto Arjones.
 
Manantial de Fontcalent en 1981.
Fotografía cedida por la AVV "Amigos
de Fontcalent" de El Rebolledo,
Autor: Perfecto Arjones.
 
Retomando cómo era el manantial cuando lo descubrí, recuerdo que del túnel salía una pequeña acequia que descendía unos cuantos metros en dirección noreste y se perdía entre la espesa vegetación. A unos pocos metros de la fuente había dos grandes balsas de poca profundidad separadas por un tabique. En realidad era una única balsa, que había sido dividida para mejorar su gestión.
 
Foto aérea con la ubicación de las Balsas y la Fuente. 24 de Junio de 2007.
Extraído de Google Earth. Modificado de E. Rosillo.
Caudal de agua que vertía sobre las balsas,
11 de Diciembre 1957.
Fotografía realizada por Jaime Carbonell.
 

José Giménez Fernández sobre el tabique de
separación de las balsas de Fontcalent.
En realidad era una gran balsa que se separó
más tarde en dos. 11 de Diciembre 1957.
Fotografía realizada por Jaime Carbonell.
 

Balsas de Fontcalent en 1981.
Fotografía cedida por la AVV "Amigos de
Fontcalent" de El Rebolledo.
Autor: Perfecto Arjones.
Según la ficha del Catálogo de Protecciones del Ayuntamiento de Alicante, en el Yacimiento existían "balsas romanas". Jaime Carbonell era de la opinión que estas mismas balsas de las fotografías estaban reconstruidas sobre las antiguas romanas, en cambio otros autores no apoyan esa afirmación y creen que estas balsas eran de factura mucho más reciente (Moratalla). En cualquier caso ese debate tiene ya poca importancia, ya que un par de años después de "mi hallazgo" se produciría un evento que lo cambiaría todo.

Alta Velocidad Española

Probablemente fuera un secreto a voces para la administración pero lo cierto es que el trazado del AVE Madrid - Alicante, no trascendió para la opinión pública hasta finales de 2008.

No hubo miramientos, las vías pasarían por mitad del Yacimiento 42 y justo por encima del Manantial de Fontcalent. Algunos sectores de la sociedad alicantina se movilizaron, creándose la plataforma Salvem Fontcalent, que trataba de impedir ésta y otras amenazas que se cernían sobre la emblemática Sierra.
 
 
Pero llegamos tarde, cuando la plataforma se constituyó y presentó en sociedad, las obras ya se habían iniciado. Se organizaron manifestaciones, concentraciones y protestas, pero no se consiguió detener ni modificar la obra proyectada. Hubo incluso denuncia al Seprona por la discutible acción de Adif, que para evitar la hipotética acumulación de agua bajo las vías, perforó el subsuelo mediante numerosos pozos de drenaje.
 
Concentración de protesta organizada por Salvem Fontcalent junto al
Manantial ya alterado por la obras de AVE. Enero 2009.
Foto: Salvem Fontcalent.

 

Miembros de Salvem Fontcalent fotografiando el antiguo
manantial tras el inicio de la obras del AVE. Enero 2009
 
Acumulación de agua en el manantial tras el inicio de las obras. Enero 2009.
Foto: Salvem Fontcalent.
Acumulación de agua en el manantial tras el inicio de las
obras. Enero 2009. Foto: Salvem Fontcalent.
 

 

Acumulación de agua en el manantial tras el inicio de las obras. Enero 2009.
Foto: Salvem Fontcalent.

 

Perforación del subsuelo para instalar pozos de drenaje en la zona del manantial.
Marzo 2009. Foto: Salvem Fontcalent.

 

Perforación del subsuelo para instalar pozos de drenaje en la zona
del manantial. Marzo 2009. Foto: Salvem Fontcalent.

 

Perforación del subsuelo para instalar pozos de drenaje
en la zona del manantial.
Marzo 2009. Foto: Salvem Fontcalent.
Las obras arrasaron el manantial y destruyeron las balsas aledañas por completo. A cambio Adif construyó una canalización de hormigón que pasaba bajo las vías y construyó una arqueta a la que desembocaba la tubería,las obras terminaron en Junio de 2010. Este engendro bautizado como el nuevo "Manantial de Fontcalent", apenas es localizable desde la carretera superior. Quizá sea mejor así, porque para los que conocimos el antiguo, ver este mamotreto de cemento resulta doloroso.
 
"Nuevo" Manantial de Fontcalent. 2012

El antiguo manantial, al otro lado de las vías, fue sustituido por un triste pozo hormigonado y un cartel. El pozo permite descender unos cinco metros hasta lo que queda del alcavón original (eso sí, jugándote el tipo por unos inestables peldaños de plástico, incrustados en la pared). Y el cartel, a modo de obituario, nos recuerda cómo fue el manantial en el pasado y nos explica lo "beneficiosa y conveniente" que resultó esta obra, textualmente: "En el año 2009 fue objeto de una actuación de rehabilitación y protección por la afección del trazado ferroviario del AVE"(después de ejecutada esta actuación, me pregunto qué significará para Adif rehabilitar y proteger...). Parece que aún tendremos que agradecer que ferrocarril nos haya pasado tan cerca... (ironía).


Pozo hormigonado bajo el cual se encentra el manantial original de Fontcalent.

Cartel informativo colocado por Adif, que trata de dulcificar
la actuación realizada.
 
Como las balsas tenían propietario, Adif ofreció una indemnización o la construcción de nuevas balsas (de hormigón claro). Uno de los propietarios prefirió la balsa y le construyeron una a unos 50 metros del manantial. El manantial comunica con dicha balsa a través de una acequia, cuando la fuente brota (después de lluvias copiosas), la arqueta se llena y vierte sobre la acequia, que acaba por llenar la balsa.
 
Balsa actual. Septiembre 2012.

 

Comparativa de la zona con dos fotos separadas un lapso de ocho años. Fuente Google Earth y Sigpac.
Modificado de E. Rosillo

En la actualidad

En la actualidad (Julio, 2017) poco que destacar, desde el final de las obras todo sigue más o menos igual, salvo porque junto al manantial ha crecido una falsa mimosa que lo oculta aún más si cabe. Otro pedazo de la historia alicantina condenado al ostracismo...
 
Febrero 2017.
 
Todo a pesar de que entidades como la AVV "Amigos de Fontcalent" de El Rebolledo, pidieron en reiteradas ocasiones al Ayuntamiento que se acondicionase el acceso hasta el manantial, ya que actualmente el quitamiedos de la carretera impide el paso a una rampa de tierra que llega hasta la fuente. También se pidió que se indicase debidamente la ubicación del manantial. Ambas peticiones fueron ignoradas.
 
"Acceso" al Manantial de Fontcalent.

 

Rampa que llega hasta la carretera y por la que podría habilitarse un acceso.

No fue la única denuncia, y es que las nuevas instalaciones de hormigón, a pesar de su modernidad, no respetan en absoluto la vida animal. La verticalidad de la arqueta y la balsa convierten estas construcciones en verdaderas trampas para la fauna. Fruto de muchas visitas al lugar, he podido detectar decenas de animales de diferentes grupos atrapados en estos lugares, en algunos casos pudieron ser rescatados, en otros llegué tarde...

Culebra viperina, Natrix maura, atrapada en el fondo de la arqueta, sin
apenas agua, fue rescatada. Septiembre 2015.
 
Culebra viperina, Natrix maura, atrapada en el fondo de
la arqueta, sin apenas agua, fue rescatada. Junio 2014.
 
Rana común, Pelophylax perezi, atrapada en el interior de la balsa, ya con
poca agua. La balsa se secó en un par de semanas y ésta y otras
ranas fueron rescatadas. Julio 2015.

 

Dos ejemplares de culebra viperina, Natrix maura,
muertas entre el fango del fondo de la balsa, que se
secó completamente durante el verano.
Septiembre 2012.

 

Rana común, Pelophylax perezi, muerta en la balsa totalmente seca.
Julio 2014.

 

Ave sin determinar, muerta en la balsa totalmente seca. Julio 2014.
Murciélago hortelano, Eptesicus serotinus, ahogado en la balsa. Junio 2014.
Aunque todas las muertes provocadas por el hombre resultan lamentables, en este caso resultan especialmente dramáticas, ya que todos los anfibios y reptiles de nuestra fauna están protegidos por la ley, así como todos los murciélagos.
Además en este caso son fácilmente evitables. Con la simple colocación de una rampa que llegue desde el fondo de la estructura hasta el borde, se evitaría la mayoría de las muertes.
Y esa fue la propuesta que se envió a Adif.
Pensábamos sinceramente que la petición iba a ser atendida, puesto que para una entidad como Adif, con el Ministerio de Fomento a sus espaldas, la inversión realizada resultaba insignificante. Además apelábamos al espíritu de compromiso con el medio ambiente que reza en la propia web de la empresa pública.
 
 

Otro fiasco, tras un par de correos y una carta certificada a las oficinas de Madrid, recibí un correo de la Jefa de Evaluación de Impacto Ambiental de ADIF, en la que me decía que la obra le parecía factible y me pidió ubicación exacta de la balsa, le contesté enseguida con la información solicitada. Nunca más se supo...

En el futuro...
 
La naturaleza siempre se abre paso y nos demuestra que por mucho daño que el hombre haga, a poco que la dejemos siempre vuelve y con más fuerza. Y eso es lo que aconteció en el manantial desde principios de 2017.
Fruto de varios episodios de lluvias intensas acaecidos en los meses de Diciembre y Enero, (que llegaron a acumular más de 265 litros por metro cuadrado en el entorno de Alicante) se reactivó el manantial que llevaba seco desde hacía varios meses. Y de qué forma...!!
 
 
Del manantial brotaba un extraordinario caudal, suficiente para llenar la balsa en pocos minutos. De hecho, una vez llena la balsa, el agua se desvió, mediante una compuerta, hacia los campos de cultivo aledaños (hoy en desuso), y pertenecientes a las Fincas Fontcalent y Lo Castelló. Los baldíos quedaron permanentemente inundados durante varias semanas. El agua siguió su camino descendente hacia los campos más bajos del saladar, bordeando el cerro, en dirección a la abandonada finca San Juan.
 
Balsa anexa al Manantial de Fontcalent totalmente desbordada. Enero 2017.
Campos de cultivo abandonados totalmente inundados, Sierra Fontcalent en segundo término. Enero 2017

Campos inundados frente a la Finca Fontcalent. Enero 2017
 
Campos inundados frente a la Sierra Foncalent. Enero 2017.
 

Las lluvias reactivaron el antiguo paso del agua en los campos de cultivo.
Partidores de las antiguas acequias. Enero 2017.
 
El caudal fue tan profuso y continuo que los campos permanecieron inundados durante muchas semanas. Además otra copiosa lluvia, de casi 100 litros, de nuevo en Marzo, contribuyó a que la fuente pudiera mantener el aporte hídrico durante más tiempo. Esto permitió la cría de anfibios en las zonas inundadas, algo que debido a las recurrentes y pertinaces sequías no suele producirse a menudo.
 
Se pudo confirmar la cría de tres especies diferentes de anfibios: el sapo corredor (Bufo calamita), la rana común (Pelophylax perezi) y el sapillo moteado (Pelodytes punctatus).

Sapo corredor, Bufo calamita. Macho "cantando" emitiendo el reclamo de
cortejo. Campos inundados Fontcalent. Enero 2017

Pareja de sapo corredor, Bufo calamita en "amplexus" (apareándose).
Campos inundados Fontcalent. Marzo 2017
Puestas de sapo corredor, Bufo calamita, formando los característicos
"cordones". Campos inundados Fontcalent. Enero 2017.

Rana común Pelophylax perezi, en la acequia del manantial de Fontcalent.
Abril 2017

Renacuajos de rana común Pelophylax perezi, en la acequia del
Manantial de Fontcalent. Abril 2017

Juvenil de sapillo moteado Pelodytes punctatus, en los terrenos inundados
junto a la balsa del manantial de Fontcalent. Febrero 2017
 
El agua de Fontcalent ha estado fluyendo durante más de seis meses (a principios de julio aún sigue manando). Y no sólo inundó los campos aledaños, sino que siguió su curso descendente bordeando el cerro de la Finca Fontcalent, pasando delante de la Finca San Juan, cruzó frente a la Serreta Negra hacía la desaparecida Finca Els Racons, en la cara sureste de Fontcalent, de ahí continuaba fluyendo hacia el Pla de la Vallonga. En este punto el agua se canaliza por tuberías que cruzan la A-31 y acaban vertiendo sus aguas en el barranco de Aguamarga.

Pero, ¿realmente el caudal vertido por una simple fuente da para tanto?
Con la supervisión de mi amigo Roberto Tomás, (profesor de ingeniería en la UA), realizamos una estimación del caudal que salía a finales de enero. Tomamos los datos en el canal que parte de la arqueta y para los cálculos utilizamos la fórmula de Manning, que relaciona la anchura del canal, con la altura que alcanza el agua, la rugosidad del material constructivo y la pendiente del canal. Al introducir estos parámetros en la fórmula, y teniendo en cuenta que el agua había alcanzado 8 cm de altura, obtuvimos un caudal de unos 140 litros por segundo. Es decir unos 500.000 litros cada hora.

Midiendo el caudal en la salida de la arqueta a la acequia, que vierte a la balsa.
Marzo 2017.




Esto explica la magnitud de la inundación y la existencia en el pasado de una gran laguna endorreica en la zona. La Sierra Fontcalent actúa como una gran esponja que recoge el agua de lluvia y la va soltando poco a poco a través e su fuente. En otras épocas con climas más húmedos, el aporte podría haber sido mayor y más continuo, lo que aseguraría un abastecimiento constante de agua y explicaría los sucesivos asentamientos de diferentes culturas en la zona.

Pero ¿por qué Font-Calent?
 
Cerramos el círculo y volvemos sobre la pregunta del principio, ¿por qué le llaman Fontcalent? Aprovechando la excepcional surgencia de estos meses pasados decidí medir la temperatura. Era un día de enero y la temperatura ambiente era de unos 15 ºC, el agua del manantial fluía abundantemente. Usé un termómetro sumergible, de los que venden para los acuarios, y pude comprobar que la temperatura era de 26ºC, once grados por encima de la temperatura ambiental.
 
 
 
 
¿Se pueden considerar entonces aguas termales? Según wikipedia, las aguas termales son todas aquellas que brotan en superficie con una temperatura 5ºC superior a la temperatura ambiental. Por lo tanto las aguas de Fontcalent entrarían dentro de esta definición. Concretamente serían aguas hipotermales, que son las que se sitúan en el rango entre los 20 y los 35ºC. Una vez más se confirma que la mayoría de los topónimos, se colocan muy acertadamente...
 
... el pasado domingo íbamos al chalé de mis padres en El Rebolledo, como cada fin de semana. Cuando circulábamos por las Atalayas, mi hija de 4 años, desde el asiento trasero, miraba por la ventana y preguntó:
- Papá, ¿cómo se llama esa montaña...?
Fuente:haciendo el paso

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