ESTE ES EL PUEBLO MÁS ANTIGUO DE ALICANTE QUE SE HA CONVERTIDO EN LA SEGUNDA CIUDAD DE LA PROVINCIA
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Cuenta con más de 230.000 habitantes en la actualidad y es conocida por tener un Patrimonio de la Humanidad en sus entornos.
En la actualidad es conocida por tener por sus entornos un Patrimonio de la Humanidad, por ser el origen de una de las joyas arqueológicas de todo el país, por tener fiestas inigualables y por ser la segunda ciudad de la provincia con más de 230.000 habitantes.
Sin embargo, antes de convertirse en una gran ciudad, Elche ha sido considerada durante muchos años como un pueblo, siendo la localidad con más antigüedad de la provincia de Alicante.
Los orígenes de Elche se remontan hacia el año 5000 a. C., en la era del Neolítico, cuando los primeros hombres poblaron la ladera noreste de lo que hoy se conoce como La Alcudia, al sur del actual emplazamiento de la ciudad, en donde se han hallado cerámicas impresas, tanto cardiales como incisas, así como la celebre Dama de Elche.
Sobre el año 3000 a. C. surgieron otros asentamientos como el de la Figuera Reona, segunda comunidad de Elche, situado junto al actual Puente del Ferrocarril, y el Promontori, situado a un kilómetro del mismo Puente.
En este lugar existía un poblado en el cual se producía la denominada cerámica campaniforme. Un arte que daba fruto a unas piezas que adquirían forma de vasijas, cuencos y otros utensilios de la vida en comunidad.
Sin embargo, no es hasta el siglo V a.C cuando Elche empieza a tener un carácter de ciudad al fundarse la ciudad ibera de Ilici. Según informan los historiadores de la Universidad de Alicante, con la llegada de los romanos, se desarrolló un proceso de formación de una colonia poblada con veteranos de las Guerras Cántabras, que pasaría a llamarse Colonia Iulia Illici Augusta, en torno al año 26 a.C.
Bajo el dominio musulmán en la Edad Media, la ciudad se estableció en su emplazamiento actual. A raíz de la conquista cristiana, alrededor del año 1250, la ciudad pasó a la Corona de Castilla. En el año 1265 los musulmanes fueron finalmente expulsados de la ciudad tras una rebelión y, en 1305, Elche fue cedida al Reino de Valencia.
Tal y como lo informa la UA, durante el reinado de Amadeo I en 1871, el monarca le otorgó el título de Ciudad, tras una visita a la villa. Durante los años 60 y 70 del siglo XX, la ciudad experimentó un fuerte aumento de población ligado a la industrialización, que convertiría a Elche en uno de los principales productores de calzado de Europa.
Elche en la actualidad
Quien haya paseado por las calles de Elche y por la orilla del rio Vinalopó sabe lo bonita y agradable que resulta ser la ciudad. Una localidad que destaca por su alta calidad de vida gracias a las 73.000 palmeras que enriquecen sus calles y que forman parte del Palmeral más grande de Europa, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000.
Si tienes pensado visitar la localidad, estos son los lugares y eventos que no te puedes perder:
Pasearte por el río
Los entornos del río Vinalopó son una delicia para todos los sentidos. Se trata de un remanso de paz en el que puedes pasearte dentro de la propia ciudad por unos entornos naturales y repletos de palmeras. Además, el paseo por el río está conectado con el parque municipal, otra de las joyas del patrimonio natural de Elche.
Visitar la Basílica de Santa María
Construida sobre una antigua mezquita musulmana, la basílica de Elche reúne estilos neoclásicos, barrocos y renacentistas. Es conocida por sus características cúpulas con tejas azules que se pueden ver desde distintos puntos de la ciudad. Además, famosa por formar parte del escenario en la representación del Misterí de Elche, un evento con gran tradición y de gran importancia para la ciudad.
Museo arqueológico y Palacio de Altamira
El MAHE recoge la historia de Elche desde sus orígenes hasta la actualidad. Además de poder admirar la imponente fortaleza rehabilitada, también se puede disfrutar de los descubrimientos realizados en yacimientos como el de La Alcudia.
Junto al museo arqueológico, se encuentra el Palacio de Altamira, un castillo-palacio que fue construido por el Señor de Villena como su residencia privada. Al formar parte de la red defensiva de la ciudad, la construcción cuenta con torreones cilíndricos que protegen sus flancos y una torre cuadrangular más elevada para vigilar a todo aquel que se acercaba. Se trata de una de las imágenes más simbólicas de la ciudad, debido a su ubicación en pleno corazón urbano y a su gran valor histórico.
Fuente: El Español de Alicante