CASTILLO DE LA MOLA
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El castillo de Novelda, también conocido como de la Mola, constituye uno de los testimonios más vistosos y también más originales a efectos constructivos de cuantos componen esta singular ruta de los Castillos del Vinalopó.
Edificado sobre una loma en la margen derecha del río a unos 3 km escasos de la población, la fortaleza noveldense consta de un recinto amurallado delimitado por ocho torres cuadrangulares de las que a día de hoy solo se conservan cuatro. Ya en su perímetro, el cual dibuja una planta irregular de cinco lados, destaca una torre menor actualmente desmochada. La utilización fundamentalmente de tapial como base constructiva fija la datación de estos elementos del castillo en plena etapa almohade (finales s. XII-primer cuarto s. XIII). Pero si el castillo de la Mola merece ser tenido en cuenta en cualquier tratado del mejor arte de construcción fortificatoria, es por su torre de base triangular, única en todo el ámbito peninsular, motivo por el cual, ya en el lejano 1931, mereció todo el conjunto ser declarado Monumento Histórico Nacional. Construida esta torre en etapa cristiana, aproximadamente en la primera mitad del s. XIV, tal y como evidencia el empleo de mampostería y sillería en los flancos, sus 17 m de altura la convierten en una privilegiada atalaya sobre el valle medio del Vinalopó al cual parece vigilar sin descanso y desde hace un buen número de siglos. Precisamente, este valor de puesto de vigía sería determinante para el destino de la ciudad como sujeto histórico. Tomada a los musulmanes en 1252, la entonces denominada Noella quedaría adscrita al término o alfoz de Alicante, villa entonces perteneciente al Reino de Murcia de acuerdo con lo dispuesto en el tratado fronterizo de Almizra (1244) entre Castilla y Aragón. La definitiva cesión de estos territorios al Reino de Valencia, de facto en 1296 y en 1305 de iure, supuso para Novelda el comienzo de un complicado periplo, por cuanto a la propiedad de villa y castillo, que los haría pasar sucesivamente de reinas como Blanca de Anjou (1280-1310), mujer de Jaime II, o Sibila de Forciá (¿-1406), esposa a su vez de Pedro IV el Ceremonioso, a soldados de fortuna como el famoso Bertrand du Guesclin, decisivo árbitro en la contienda entre Pedro I de Castilla (1334-1369) y su hermano bastardo, el futuro Enrique II (1333-1379). Finalmente, la entrega por parte de Juan I de Aragón al caballero Pedro Maza de Lizana en 1393 vinculará la tenencia de Novelda en manos de esta familia aragonesa hasta prácticamente el final del Antiguo Régimen. Novelda, que vio nacer en 1713 a Jorge Juan, matemático, marino y diplomático de proyección ciertamente universal, emprendería a lo largo del siglo XIX un fuerte proceso de crecimiento demográfico y económico sustentado en un negocio tan rentable como el de la producción y comercialización de especias y posteriormente en la no menos rentable industria de extracción de mármol, de la cual destaca aun en nuestros días la mundialmente famosa variedad conocida como Rojo "Novelda". Todo ello se vería reflejado a su vez en el considerable repertorio de edificios de estilo modernista de Novelda, el cual es, con todo derecho, uno de los activos culturales más relevantes con que cuenta la ciudad. Elocuente expresión, junto con los casos similares de Burriana o Alcoy, de una burguesía emprendedora, abierta y cosmopolita, el modernismo noveldense brilla con luz propia a través de ejemplos tales como la muy visitada Casa-Museo Modernista, el Centro cultural Gómez Tortosa, el Casino noveldense y, por supuesto, el más emblemático de todos, el Santuario de Santa María Magdalena el cual se alza precisamente junto al castillo de la Mola. Construido entre 1918 y 1946 por el arquitecto local José Sala siguiendo fielmente los parámetros dados al estilo por Gaudí en la Sagrada Familia barcelonesa, el templo votivo dedicado a la patrona de la ciudad recorta sobre el horizonte el perfil arquitectónico y patrimonial más representativo y también más apreciado por los noveldenses. Un perfil lleno de símbolos y referencias emotivas que se engrandece aun más si cabe ante el mar de viñedos que se abre de manera espectacular hasta casi donde se pierde la vista.
Localización: Mapa Castillos de Alicante
Fuente: somculturaGVA