CUEVA DE SAN MARTÍN
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La Cueva de San Martín es el yacimiento arqueológico con vestigios de ocupación humana más antiguo de todo el Campo de Alicante lo que le otorga una gran importancia dentro de la prehistoria de la provincia.
La cavidad se sitúa al Nordeste de Agost a menos de dos kilómetros de distancia de la población.
Se encuentra a 380 metros sobre el nivel del mar, a media ladera de la vertiente norte de la sierra de Las Tobarías.
Esta ruta empieza en el parque municipal Concepción Vicedo. En la entrada del parque hay un panel informativo con rutas senderistas por las sierras de Agost, y entre ellas la que pasa cerca de la cueva de San Martín que es el sendero de pequeño recorrido 189.
Atravesaremos el parque disfrutando de las fuentes y los estanques que lo adornan. Hay que descender hasta el fondo de la rambla y cruzarla hacia el área recreativa del Rugló, que se extiende al otro lado del barranco. En esta área recreativa hay un enorme ciprés, probablemente de los mayores de la provincia, cuyo tronco no puede ser abarcado por una sola persona. Acompañando a este enorme vigía hay algunos grandes pinos y añejos olivos en los que merece fijar nuestra atención. En la parte alta del parque hay una zona de barbacoas que se encuentra vallada. Junto a ella pasa una pista de tierra que tenemos que coger hacia la izquierda, en dirección norte. A los 10 minutos de andar encontramos junto a un algarrobo un poste indicador que reza: "Parque del Rugló 0,7Km., Agost 1 Km.". A esta altura de la pista tenemos que desviarnos a la derecha por el sendero que se interna en un barranco, conocido como Barranco Blanco. Doscientos cincuenta metros más adelante, y tras pasar junto a una pequeña caseta con cubierta piramidal llegamos a un nuevo poste indicativo que señala la localización de la Cueva de San Martín que se encuentra a cuarenta metros de altura sobre la rambla.
Desde aquí no se ve la cueva, ya que queda camuflada en la ladera, y sólo se descubre al alcanzar la terraza en la que se asienta. Hay que subir la pendiente de la derecha en la dirección señalada por la indicación, dirección SE, y en menos de cinco minutos llegaremos a la entrada de la cueva. Desde Agost se tarda sólo media hora en llegar.
La entrada de la cueva es triangular con 2,40 m. de anchura y sólo 1,30 m. de altura. Está formada por un gran bloque inclinado de piedra caliza. Probablemente la entrada era más grande, ya que fue parcialmente taponada por las labores de aterrazamiento agrícola. Tras la boca hay un estrecho pasillo de 16 metros de largo con una inclinación de 16º. El pasillo desemboca en la parte más amplia de la cueva, constituida por dos salas bastante pequeñas que ocupan en conjunto cincuenta y tres metros cuadrados pero donde se puede estar de pie dada la altura de sus techos, en algunos puntos de más de dos metros de altura. Aquí llega poca luz desde la entrada, si bien cuando estuvo habitada debió de estar algo más iluminada al ser la entrada más grande.
Los habitantes de la cueva aprovecharían el agua del barranco que corre al pie del yacimiento y que no hace mucho todavía proveía de agua a la industria alfarera de Agost. Además, a 300 metros del yacimiento todavía existe un manantial que funciona de manera esporádica.
El paisaje era más húmedo y verde que en la actualidad. Del análisis de los restos de los carbones hallados en la cueva podemos imaginar un bosque abierto de enebros y pinos en los alrededores de la zona. La gran presencia del conejo y la escasez de encina hace pensar que no llegaría a los abigarrados bosques de encina que por entonces cubrían el norte de la provincia.
Además de ser el asentamiento más antiguo del Campo de Alicante al haber sido utilizada ya en el Epipaleolítico, la cueva de San Martín es clave para entender la extensión del Neolítico desde el interior de la provincia hacia la costa a través del corredor histórico del Vinalopó, ya que cubre un vacío de yacimientos para esta etapa en la zona.
También es de destacar que es uno de los pocos yacimientos neolíticos de la Comunidad Valenciana en cueva fuera de la zona de la montaña alicantina y sur de Valencia, ya que los yacimientos de este periodo fuera de esta zona suelen ser hábitats de llanura como Casa de Lara o Arenal de la Virgen.
Primero la cueva se uso en el VIII milenio a. C. por cazadores recolectores. Debido a las características de la cavidad, sin luz natural en su zona más profunda y con un acceso difícil por un pasillo angosto, sus condiciones de habitabilidad no son buenas.
Esta circunstancia unida al modo de vida itinerante de estos grupos humanos haría que la cavidad sólo fuera usada de manera esporádica, seguramente como refugio. Aun así se han encontrado abundantes restos de animales que fueron cazados y consumidos por ellos, entre los que destaca con mucho el conejo que representa bastante más de la mitad de los restos hallados, También cazaron caballo, uro, cabra montés y jabalí si bien estas especies con mucha menos importancia. Hoy nos asombraría la riqueza cinegética que hace 10.000 años había en esta zona.
Otro detalle de interés es el uso de la cueva por estas gentes para elaborar en ella sus herramientas líticas. Se ha recuperado un conjunto bastante significativo de núcleos, productos y desechos de talla en general como para deducir que fabricaban sus hojas, puntas y demás útiles en el interior de la cueva. Se encontró un nódulo de sílex sin transformar y 15 núcleos en diferentes estados de talla. La presencia de bloques de materia prima en el yacimiento indica su transporte al mismo asentamiento para su uso en labores de talla en el momento en el que fuese necesario.
Tras un periodo largo de abandono la cueva vuelve a ser ocupada en el V milenio a. C. Este yacimiento es fundamental para explicar la expansión de las sociedades productoras en el Campo de Alicante. Además, la cueva se uso en este periodo para enterrar al menos a siete individuos: cuatro infantiles, uno juvenil y dos adultos. Del húmero de uno de los adultos se obtuvo la datación absoluta más antigua sobre huesos humanos neolíticos de la Comunidad Valenciana hasta el momento, fechando la muerte hacia el 4560 a.C. Los inhumados debían pertenecer seguramente al mismo clan o familia, siendo esta cueva un lugar sagrado de especial significación para ellos.
Si tras finalizar la visita al yacimiento queremos recorrer el territorio donde desarrollaron su vida, podemos seguir el sendero PR 189 o bien seguir ascendiendo hasta el cordal de la sierra de Las Tobarías y seguirlo hacia el sur, hasta su mayor altura. Poco más adelante, están las ruinas del castillo árabe de Agost, que conserva en bastante buen estado varias de sus líneas de muros destacando dos torres y un aljibe con un grafiti de la época.
Si nos animamos por esta opción disfrutaremos de la mejor vista posible de todo el valle de Agost y de la población.
Localización: Mapa Partida Rochet
Fuente: Prehistoria en la Provincia de Alicante